La vivienda en propiedad, factor de ahorro y modo de vida que está cambiando para los hogares más jóvenes
Efectivamente, en el acceso a la vivienda, los hogares españoles han definido tradicionalmente una clara preferencia hacia la propiedad frente al alquiler, si bien en los años recientes esta última forma de acceso está creciendo de forma significativa.
De entre los grandes países europeos, España es el que tradicionalmente ha presentado y sigue presentando una de las tasas de vivienda en propiedad más elevada. Esa preferencia por la vivienda en propiedad, que se extendía a todas las cohortes de edad, incluso a las más jóvenes, está cambiando en lo que va de siglo:se está reduciendo el peso relativo de la vivienda en la riqueza de los hogares y esa reducción se concentra singularmente en los más jóvenes.
En todo caso, aunque la propiedad sigue siendo la forma habitacional más extendida en España, el alquiler va ganando peso de forma continuada. Así, el porcentaje de hogares residentes en vivienda alquilada se ha duplicado el conjunto del periodo desde el 10% al 20%, porcentaje en todo caso muy inferior al vigente en los principales países europeos.
En ese desplazamiento hacia el alquiler pueden estar operando algunos factores sociolaborales, como la menor estabilidad laboral de los jóvenes que se incorporan al mercado laboral y su mayor movilidad geográfica, factores ambos que redundan en una menor predisposición y/o capacidad para acometer la compra de una vivienda.
Junto a ello, y en términos puramente financieros, el encarecimiento de la vivienda en relación con la capacidad adquisitiva de las cohortes de edad más jóvenes, así como la necesidad de acumular un mayor ahorro previo, también actúan como claro lastre a la adquisición de vivienda. El número de salarios anuales que se necesitan actualmente para adquirir una vivienda es actualmente claramente superior.
Esta mezcla de efectos ha determinado, como hecho más llamativo, que el segmento de hogares jóvenes haya pasado en estos últimos veinte años de ser propietario casi un 70% de una vivienda a ser propietario sólo el 36% de ellos, con un claro desplazamiento hacia el alquiler, así como a la cesión de vivienda por parte de familiares.