Episodio 6 "Sin orden ni concierto". María Romero y Juan Pedro Molina CEAPES
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En este episodio de «Sin orden ni concierto» titulado “El reto de acercar a los jóvenes a la economía”, María Romero, socia de Afi, y Juan Pedro Molina, presidente de CEAPES, debaten sobre la importancia de fomentar la educación económica y financiera entre los jóvenes.

Podcast minuto a minuto:

 

  • 02:51 – Situación actual.
  • 13:36 – Educación financiera en la ESO.
  • 20:58 – Fomento del ahorro.
  • 24:10 – Interés de los jóvenes.
  • 27:46 – Oportunidades y amenazas de la tecnología.
  • 35:28 – Acciones a futuro.

Transcripción: (puede contener errores de transcripción)

 

María: El reto de atraer a los jóvenes a la economía y las finanzas. Estudios recientes sobre competencias financieras ponen de manifiesto que nuestros jóvenes tienen hoy menor nivel de competencias financieras que otros jóvenes de otras partes del mundo.

 

Soy María Romero, socia de Afi, y en este episodio hablaré con Juan Pedro Molina, presidente de la Confederación Española de Asociaciones de Profesores de Economía de Educación Secundaria CEAPES.

 

¿Hola Juan Pedro, qué tal estás?

 

Juan Pedro: Hola, buenos días, María.

 

María: Juan Pedro además de ser presidente, es jefe de estudios del Instituto de Educación Secundaria Bernardino del Campo de Albacete. Lo primero, muchísimas gracias por participar en este nuevo podcast de la Fundación Afi Emilio Ontiveros para hablar de un tema tan interesante como es el de la educación financiera y económica, un tema que además a Emilio le apasionaba y que en Afi tratamos de dar continuidad en nuestra escuela de finanzas y a través también de la difusión del conocimiento que hacemos, tratamos de hacer con la colaboración con numerosos medios de comunicación para hablar sobre lo que acontece en la realidad económica y financiera.

 

Juan Pedro: Muchas gracias por la invitación. Gracias a la Fundación, y si son muchísimos puntos los que nos unen a la Fundación y a la Confederación de Profesores de Economía de Secundaria. Mucha conexión y mucha empatía que hemos tenido con el profesor Emilio Ontiveros, que ya hace algunos años que comenzó o comenzamos mejor dicho nuestra andadura con él y con Afi posteriormente en unas jornadas que hicimos en el año 2016 con la Universidad de Castilla-La Mancha, en la cual pues ya se apostaba después de la crisis porque era necesario y era imprescindible, diría yo, pues una mejora en la en la cultura financiera y de hecho, uno de los conceptos que ha definido y que ha defendido siempre el profesor Emilio ha sido la necesidad de una alfabetización financiera y la de una inclusión financiera que abarcara prácticamente a todas las clases sociales y a todas las edades. No solamente a los jóvenes, sino también a los a los de mayor edad.

 

María: Y como profesor que eres por entrar directamente en la materia, yo creo que conviene preguntarse en qué situación estamos. Yo decía justo al inicio que, el nivel de competencias financieras, el nivel de conocimientos económicos y financieros de nuestros jóvenes no es el adecuado.

 

Voy a trasladar una pregunta que me hicieron hace relativamente poco en un evento en el que participé sobre esta materia y me hicieron una pregunta que yo creo que es muy pertinente para empezar a hablar, que es, ¿si tuvieras que calificar la educación financiera de los jóvenes en España de 0 a 10, no como profesor que eres, qué nota le pondrías?

 

Yo en su momento, por anticiparme un poco a la respuesta, hacía un poco balance, ¿no? De que dicen otros estudios, cómo nos comparan. Pues diría que es un cinco raspados, un cinco sobre diez, y no lo digo yo, lo dice un estudio, por ejemplo de Standard and Poor’s que pues en muchos países del mundo.

 

Aquí pone de manifiesto que efectivamente sacamos esa nota. Muy lejos de países, por ejemplo, anglosajones que tienen a lo mejor una tradición financiera mayor donde sacan un notable. Tampoco es un sobresaliente o una matrícula de honor, pero claramente es una nota un poco más alta que la que tenemos.

 

Y luego ya, en clave doméstica, hay algunos estudios que ha publicado, por ejemplo, la Fundación BBVA, donde dice, por ejemplo, que el 55% de los jóvenes en España tienen dificultades para comprender conceptos financieros básicos.

 

Solo el 12% de los españoles tiene una educación financiera adecuada. Es un porcentaje, pues muy pequeño, ¿no? Y luego donde yo querría incidir también es que solo el 40% ahorra, o no ahorra regularmente y tampoco sabe a lo mejor cómo gestionar bien su dinero. Es algo, además que coincide con una encuesta de competencias financieras que hizo el Banco de España en 2016.

 

Donde ponía de manifiesto también que a los españoles en general, no sólo a los jóvenes, nos resultan más familiares conceptos, por ejemplo, como el de la inflación, que ahora mismo estamos hablando mucho de ello. Hacía muchos años que no teníamos esas tasas de variación interanual de los precios tan altas y por lo tanto está en la comidilla, en la conversación diaria. Pero se nos escapan conceptos como el tipo de interés, la diversificación del riesgo y eso al final, bueno, pues impacta en nuestro día a día.

 

¿Cuál es tu percepción desde el punto de vista de tu aproximación? ¿Muy, muy, muy cercana al colectivo joven?

 

Juan Pedro: Realmente. A ver, yo podría decir que siempre que hay una crisis nos acordamos de determinadas evaluaciones tanto a nivel financiero como a nivel social o a otros niveles. Es un poco triste que cuando llega la crisis de 2008 – 2013 se pongan todos los gobiernos, ya no solamente a nivel del Estado, sino en toda Europa, tengan la preocupación de la necesidad de una formación financiera, porque la crisis fue una crisis financiera.

 

Entonces, a partir de ahí es cierto que desde el año 2012 no ha habido más que valoraciones de la situación financiera en cultura de distintos organismos, los que han facilitado el Banco de España, BBVA, pero también a nivel más concreto, los que hace, por ejemplo, la OCDE a través del informe PISA. Eso en primer lugar, que cuando uno ve estos riesgos económicos en las distintas clases sociales, los problemas hipotecarios, los problemas en los tipos de interés, las hipotecas basura o directamente a todas esas personas que han perdido su vivienda. Cuando llegan estas situaciones es cuando realmente se empiezan a hacer valoraciones.

 

Yo la valoración que podría hacer. Y si me dices que le pongamos una nota, bueno, yo le podría poner la nota a mis alumnos en el día a día y sé que probablemente tengan una calificación bastante aceptable, pero luego la realidad es que los indicadores económicos y los informes de PISA, concretamente que se hacen desde el año 2012, 2015 y 2018, nos ponen una calificación por debajo de la media de la OCDE.

 

Si la media de la OCDE está en 505 puntos, nosotros estamos en 492 puntos. Es decir, estamos por debajo de la media. Eso quiere decir que no llegamos a un nivel de cinco en competencia financiera.

 

Hay países nórdicos como Estonia, como Finlandia o como Canadá, que son líderes en cultura financiera. Entender lo que es una factura, entender lo que es una tarjeta de crédito, como funciona y las comisiones que lleva aparejada. Entender lo que es un seguro, o entender lo que es un préstamo. La diferencia entre un tipo nominal y una TAE, por ejemplo. Pues creo que son cuestiones que hoy en día son fundamentales y yo diría es que la práctica va por delante de la formación y la práctica va por delante de la formación, porque hay tal acceso de los jóvenes a los medios digitales, que hay jóvenes que antes de saber lo que es una cuenta corriente o lo que es un saldo, ya tienen una cuenta corriente a su nombre.

 

Y aparte de PISA, pues hay otros datos como los que aporta la ONU, que se ha planteado una serie de retos como los de la Agenda 2030, que impregnan a todo el sistema educativo, ya no solamente al sistema educativo, a toda la sociedad. Son retos, son objetivos que plantea la ONU y que afectan a todos los currículos.

 

Por tanto, es necesario, es fundamental, diría yo, una formación económica buena y financiera buena para responder a esos objetivos. En resumen, pues es muy mejorable la cultura financiera que tenemos.

 

María: Bueno, entonces coincides con ese otro estudio que yo mencionaba que sacamos un aprobado raspado. Si hacemos un poco el redondeo hasta el cinco sobre sobre diez.

 

Efectivamente, como mencionabas, es que muchos ya tenemos sin saber que es una cuenta bancaria, que es una tarjeta, como se hace una transferencia, no sabemos esos conceptos, sin embargo, convivimos con ellos, ¿no? Y al final eso, como yo decía al principio, afecta a nuestro día a día.

 

Tomamos decisiones probablemente no informadas y eso es un problema, ¿no? Y cuándo estudias economía, te dicen que cuando tienes información imperfecta, no tienes toda la información disponible. Las decisiones probablemente sean erróneas.

 

Claro, desde ese punto de partida, teniendo en cuenta no esa debilidad que mostramos y sobre todo si nos comparamos con otros países como los nórdicos, los anglosajones, que decía yo obtener un menor nivel de competencias financieras, al final se traslada a otros ámbitos.

 

Por ejemplo, decíamos la actitud de los jóvenes respecto de la inversión. Cuando empiezas a acometer esas primeras inversiones o el ahorro que mencionábamos antes, esa misma encuesta de Condiciones financieras del Banco de España, se pone de manifiesto también que hay un menor conocimiento de vehículos de ahorro, qué de los productos a lo mejor de endeudamiento o de seguros.

 

Porque todos en algún momento compramos una casa y nos hipotecamos, y todos necesitamos por regulación también contratar algún tipo de seguro, un seguro de vivienda, en el caso de hipotecarnos o de coche de vehículo, porque debemos tener al menos esa responsabilidad.

 

Pero claro, dentro de los primeros, dentro de los de ahorro que mencionábamos y vinculándolo, no con eso que decíamos de que muy pocos jóvenes ahorran y tampoco saben en qué pueden ahorrar, que a lo mejor sólo se les ocurre en los depósitos.

 

Oye, pues luego se da uno cuenta que bueno, pues que a lo mejor las búsquedas que hacen son muy acotadas, se dejan guiar de folletos o de información que les puede llegar por otras vías. Mencionabas los medios de comunicación a lo que luego nos podemos referir un poquito más adelante, ¿no? Y las nuevas tecnologías, Internet, cómo acceden los jóvenes a toda esa información y cómo se dejan influenciar al final por información que les puede llegar, aunque ellos no sepan qué es lo que les está llegando.

 

Y eso a lo mejor explica de alguna manera por qué cuando uno analiza qué sucede con la encuesta financiera de las familias, que es una estadística que elabora también el Banco de España con frecuencia trianual, bueno pues detecta que, la riqueza financiera, que es todos los activos financieros que acumulamos, pues es mucho menor que si la comparamos con la riqueza financiera de otros países europeos.

 

Como por ejemplo algún país centroeuropeo, un Holanda, por ejemplo, o un Reino Unido que mencionábamos antes entre los anglosajones. Y cómo concentramos casi todo nuestro ahorro, casi toda nuestra riqueza en ladrillo, en activos inmobiliarios, bien en nuestra vivienda principal o bien en viviendas secundarias u otro tipo de activos.

 

Eso puede explicar también esa diferencia manifestada, frente, como decía a un Reino Unido, un Holanda, un Suecia, un Dinamarca que acumulan un volumen de activos financieros de hasta tres veces su producto interior bruto, la renta que son capaces de generar año a año.

 

Según estas debilidades detectadas en tu opinión, ¿debería estar la educación financiera presente en la educación obligatoria?, en la que tienen que cursar obligatoriamente todos los jóvenes.

 

Juan Pedro: Yo creo es algo fundamental y es algo en lo que nos aventajan pues muchos países de la OCDE en que la presencia de materias, aunque no sean obligatorias, optativas, ya viene desde la primaria. Entonces, claro, ¿cuándo un chico, una chica, decide ahorrar o realizar una pequeña inversión?, pues cuando tiene ya una edad más o menos una media edad dentro de su adolescencia, no 12, 13, 14, 15 años ¿no?

 

Entonces creo que es fundamental que haya una enseñanza reglada, formal. Efectivamente, que en España la hay desde el año 2015 en la ESO, prácticamente antes, la enseñanza de la economía y las finanzas quedaba relegada a chicos y chicas de 17 años para arriba, es decir, al bachillerato y a la formación profesional.

 

Fue a partir del año 2015 cuando se pone de moda esto del emprendimiento a través de leyes de emprendimiento a nivel nacional y a nivel autonómico. Y todo esto cala también el sistema educativo, afectando a los currículos. Entonces hay digamos cierta desventaja respecto al resto de países europeos y esa educación formal es importantísima, yo diría, debe ser una materia obligatoria, deben ser materias obligatorias en la ESO, debe ser a una materia obligatoria en primaria, que no una mera mención transversal, o un recurso transversal, o un recurso didáctico transversal que quede en materias como ciencias sociales de primaria.

 

Y eso es fundamental porque hay muchas vías de obtener información financiera, no formales. Pues la que se obtiene en casa. También los padres somos muy responsables de la educación financiera o de la mínima formación que tienen nuestros hijos, porque les asignamos un presupuesto semanal.

 

María: Esas son las primeras finanzas.

 

Juan Pedro: Efectivamente, y ellos ya son responsables de su propio pequeño presupuesto, entonces el 95% de la información financiera viene de las familias, pero es que luego un porcentaje altísimo viene de internet.

 

Y ahí, pues se nos escapa del control. Ahí los hijos se nos escapan del control porque, pues sí prácticamente el 90 y tantos por 100 de los mayores de seis años, según dice el INE, a diario realiza operaciones, bien sea de comunicación, sea de consulta o sea pequeñas operaciones de carácter financiero. Yo creo que es fundamental que, como decía antes, si la práctica va por delante de la formación, pues habrá que adelantarse, habrá que adelantar la formación para que cuando llegue el momento de ponerla en práctica y abrir una cuenta, hacer una operación financiera del tipo que sea, pues sepas por lo menos que si vas a abrir una cuenta, vas a tener unas comisiones, vas a tener un tipo irrisorio que probablemente te cuesta el dinero tener una cuenta en el banco, etcétera, etcétera. Creo que eso, creo que eso es fundamental.

 

María: Son conceptos al final con los que lidiamos en nuestro día a día y por lo menos entender lo que suponen, lo que significan, es algo básico que no se nos debe escapar a ninguno, ¿no?

 

Juan Pedro: Claro. Y luego, en los términos que decía, que siempre ha dicho el profesor Emilio Ontiveros, recurro otra vez a él, sobre el tema de la inclusión financiera. La inclusión financiera entendida desde muchos puntos de vista, desde el punto de vista geográfico, donde hay determinados sectores sociales que, porque geográficamente están en determinadas zonas, la tan nombrada España vaciada, donde han desaparecido miles de sucursales y donde el único acceso que tienen jóvenes y mayores a sus cuentas o a las finanzas son a través de internet, pues es un problema y es necesario una formación a esos niveles.

 

Pero también por otra parte, esa formación de la que adolecen las clases sociales más vulnerables, más desfavorecidas, dónde pues ni todas las familias tienen el mismo interés por formar a sus hijos en finanzas, ni la formación que les llega a través de los centros educativos es la misma.

 

Entonces, yo creo que hay que universalizar la formación financiera y adelantarla a más tardar a las primeras etapas de primaria. Ya hay materias en algunas comunidades autónomas, por ejemplo, en Castilla La Mancha. Ahí tenemos lo que se denomina el Taller de Emprendimiento y Finanzas Personales. En primero de la ESO estamos hablando de chicos de 11, 12 o 12 años, que a veces resulta difícil incluso explicar la diferencia, pues entre rentabilidad y riesgo, seguridad, liquidez.

 

No hay determinados conceptos, pero que son muy importante, muy importantes.

 

María: Totalmente de acuerdo. Sí, muy importantes. Al final es lo que decimos. O sea que debemos garantizar con esa universalización de la educación económica y financiera, que cada vez estemos todos más familiarizados con las finanzas, con todos esos conceptos, esos conocimientos financieros que más tarde o más temprano nos vamos a topar en nuestra, en nuestra vida, ¿no?

 

Entonces yo comparto completamente y desde aquí podría decir que compartimos completamente esa visión. Además, cuanto antes efectivamente se adopten todos esos conocimientos, mejor, porque pensando en el largo plazo, conceptos como capitalización, como ir generando miguitas, no como garbancito, te pueden dar una rentabilidad en el futuro mayor y pensando, sobre todo, en un momento como la jubilación del que tanto se habla también en los últimos.

 

Inculcar que con poco esfuerzo financiero se pueden hoy cosechar muy buenos resultados mañana para completar, por ejemplo, tus futuras rentas de jubilación. Eso es fundamental y eso se debe inculcar y se debe de trasladar para que desde las etapas tempranas de tus carreras profesionales, los jóvenes entiendan cómo ese ahorro poquito a poco, a futuro puede dar, puede cosechar muy buenos, muy buenos resultados, sobre todo para eso son momentos que los vemos a lo mejor como muy lejanos, cuando estamos arrancando las carreras profesionales y un joven probablemente no piense en su jubilación, pero la comidilla diaria está que a lo mejor no se van a cobrar, se cobrarán, pero a lo mejor públicas no serán suficientes. Y precisamente para completarlas es necesario hacer ese ahorro desde las etapas bien tempranas.

 

Quizá en ese sentido, por ejemplo, pensando en ese ahorro a largo plazo, también se requerirá de un empujoncito, como decimos, de las administraciones. Como hemos visto, a lo mejor en otros países, por ejemplo, el caso, pues de Reino Unido ¿no?

 

Y en ese sentido, haciendo también eco de otro estudio del del Banco de España reciente, justo antes de la pandemia, decía que los jóvenes hoy controlando por todos los factores de renta, cobran menos renta hoy que los mismos si fueran los mismos jóvenes hace unas décadas. Luego los jóvenes hoy quizá lo tienen más complicado, para hacer ese ahorro.

 

E inculcarles todo esto es que es fundamental. Entonces, aquí efectivamente se necesita a lo mejor un empujoncito de la Administración, esa educación que mencionamos. ¿Pero y los jóvenes? ¿Están realmente interesados o piensan a tan largo plazo? ¿O piensan en sus finanzas y en la necesidad de reforzar sus habilidades, sus conocimientos financieros y económicos para poder acometer esas decisiones tan importantes en su día a día?

 

¿Cuál es tu opinión?

 

Juan Pedro: Realmente los jóvenes en el largo plazo no piensan. Esto de planificarse ya no solamente en finanzas, académicamente. Yo doy clase en la ESO y en bachillerato, y hasta que no llegan a primero, segundo de bachillerato que tienen ahí ya la EVAU, ahí es cuando tienen que decidir y algunos todavía no lo tienen claro y de eso solicitan carreras a veces muy dispares porque no tienen definida ni siquiera su planificación académica. Cuánto a ni menos la van a tener la planificación en el largo plazo.

 

Sin embargo, en el corto plazo lo tienen claro. Su planificación económica en el corto plazo la tienen clarísima porque funciona semana a semana con su presupuesto de paga. Eso está clarísimo.

 

Yo ahí te diría ¿tienen interés por la economía los jóvenes y por las finanzas en concreto?

 

Sí, sí. En el corto plazo, como te digo, y también por estudiarlas, también. Te diría que más de 50% de los de los jóvenes en la ESO y en Bachillerato tienen interés y seleccionan las materias que son de carácter optativo todavía relacionadas con el emprendimiento, la economía y las finanzas. Sí que tienen interés y lo demuestra simplemente porque seleccionan esa materia, claro, lo cual eso ya de entrada, pues es un punto interesante.

 

Pero luego como estábamos comentando anteriormente y la práctica. Porque lo académico está muy bien, vale, es interesante, pero a nivel práctico todavía mucho más. Todavía mucho más, porque por los datos. Los datos que por ejemplo publica el último informe PISA del año 2018, el 55% del alumnado de 15-16 años tiene cuenta bancaria, el 19% tiene tarjeta bancaria, el 11% tiene aplicación móvil para acceder a sus cuentas.

 

Hablando de hace cuatro años, antes de la pandemia. O sea que todo esto todavía serían datos más fuertes. ¿Qué quiere decir con esto? Pues esto lo que quiere decir es que hay mucho interés. Hay mucho interés. Pero vuelvo a lo mismo, es importante adelantarnos a esta cuestión.

 

Cuando vemos que un 40%, 37%, concretamente, según un informe de Cáritas, de los jóvenes están seis horas al móvil diariamente o a los dispositivos electrónicos. Están en un mercado digital donde el control es muy complicado, donde los padres sabemos que están jugando a determinadas aplicaciones que están siendo bombardeados por publicidad. Es decir, que hay que formarse en consumo responsable, pero también donde a veces picar en comprar determinadas cuotas para adquirir un mejor personaje en Fortnite.

 

Es decir, están constantemente y no se dan cuenta de que están invirtiendo y están realizando actos de consumo muy a diario. Entonces, con este panorama, pues es fundamental que desde cuanto antes, pues sepan distinguir cuál es el coste de una tarjeta de crédito, ¿cuál es la diferencia entre un tipo de interés nominal y uno real?, ¿Cómo afecta a la inflación, por tanto, al tipo de interés que te pueden dar esa cuenta? ¿Qué es una nómina? ¿Qué diferencia hay entre un bruto y un neto?

 

Ese tipo de cuestiones, pues donde además el uso de las matemáticas, que se complementa perfectamente con esta competencia financiera, pues yo creo que si tienen interés practican ese interés, pero les falta, como dije al principio, formación.

 

María: Conocimientos, totalmente. Mencionábamos justo las formas. Yo creo que podemos entrar ahora en eso las formas de recabar información y pensando un poco en que bueno pues las nuevas tecnologías, internet efectivamente es una oportunidad, porque antes mencionabas también el enganche con la población mayor y la población en las zonas de España vaciada que tenían otros conocimientos y otras barreras de acceso a la información.

 

Pero en el caso de los jóvenes, no tanto. En el caso de los jóvenes, internet y las nuevas tecnologías, ese uso de móvil les proveen mucha información, pero esa información tampoco está exenta de riesgos o amenazas. En este diagnóstico que estamos, compartiendo la forma de recabar esa información, efectivamente la pueden hacer a través de internet de plataformas digitales.

 

Los influencers que hoy en día en las nuevas generaciones son muy importantes, tienen un poder de influencia, en honor a su nombre, muy poderoso y en ocasiones a lo mejor estos influencers no tienen quizá toda la información o los conocimientos financieros para hacer determinadas recomendaciones de inversión o nuevos productos, como por ejemplo las criptomonedas, tan familiarizadas o que al menos a los jóvenes les suenan.

 

Pero a lo mejor no, no saben de los riesgos. Antes mencionabas, es que el binomio rentabilidad riesgo es muy importante y se debe de inculcar también que a más rentabilidad a lo mejor se te escapa que conlleva mucho más riesgo. Puedes perder mucho más y por eso es una apuesta que se trata de un poco de compensar.

 

¿Cuáles crees que son los riesgos? Haciendo un poco el esbozo de todas estas nuevas tecnologías como oportunidad, pero también vistos como una amenaza y cómo convertirlos efectivamente en oportunidad.

 

Juan Pedro: Pues si, como bien dices, María, el Internet es una oportunidad para todos. Y es un bueno, es como un derecho universal, la información que tenemos todos, jóvenes y mayores. Y ese derecho y esa puerta de entrada, pues realmente genera amenazas son oportunidades y también amenazas a la vez.

 

Y las amenazas las vemos pues en productos, determinados productos financieros que no deberían ser accesibles a determinados edades. Por supuesto, habría que, de alguna forma de demostrar que tienen los conocimientos financieros necesarios como para poder abrir esa puerta, ¿no?

 

Creo que serían dos claves. Primero, que con qué edad tienes la llave y segundo, con qué nivel de formación tienes también esa llave. Yo creo que esas son dos cuestiones y por las que el Ministerio de Consumo, pues la verdad está haciendo algunas regulaciones interesantes para poner límites.

 

Amenazas en el día a día, por ejemplo, la de las criptomonedas, las monedas digitales, las que es tan fácil invertir sin límite de edad prácticamente. Porque dirías en las redes sociales y en internet, pues todo se puede falsear y hay un porcentaje muy alto de jóvenes que acceden a las criptomonedas y hacen sus pequeñas inversiones, pequeñas o mayores inversiones en ello.

 

Yo siempre digo que para hacer una inversión primero debes tener información, debes tener formación, reflexión y decisión. Yo creo que son las cuatro etapas de estar informados, estar formados y reflexionar sobre ello.

 

Mi padre siempre decía bueno, hay que, cuando vayamos a comprar un coche, hay que ver qué coches hay, hay que pensarlo, hay que dejarlo y luego al final ver si esa compra o no se compra.

 

Yo creo que es fundamental la reflexión para la decisión, ¿no? Y ese entusiasmo en las criptomonedas, pues ha llevado a que, a que muchos jóvenes, pues visto el gráfico que han sufrido de subida y bajada en muchas de las criptomonedas, que ha habido gente que se ha arruinado y es verdad que los jóvenes invierten poco dinero, pero al fin y al cabo forma parte de su educación.

 

Yo prefiero educar a través de la formación previa, que se eduquen a través del fracaso y educarse a través de fracasos, pues es un poco fuerte porque te cuesta el dinero, entre otras cosas, ¿no? Y luego otro tema que nos preocupa mucho es el tema de las casas de apuestas, ¿qué diferencia hay entre jugar a un juego de Fortnite y apostar en la ruleta? Pues yo creo que no hay tanta diferencia. Es que parece que es todo un juego, ¿no?

 

Qué diferencia hay entre gastarte 20 € en recargar determinados personajes de Fortnite, por ejemplo, digo Fortnite porque todos, todos nuestros hijos están de alguna manera conocen o conocen o lo practican.

 

¿Qué diferencia hay entre eso o apostar 20 € en una casa de apuestas online donde ves a jugadores estrella, donde ves cantantes famosos, donde ves presentadores de televisión? Que dices, bueno, pero es que son mis ídolos, ¿no? Yo también lo hago.

 

Por lo tanto, la publicidad yo creo que debe tener determinadas cotas que, si bien es cierto que ya las autoridades están poniendo las pilas sobre esta cuestión, y es que lo lamentable de todo esto es que hay muchos jóvenes que al final terminan enganchados a este tipo de cuestiones.

 

María: Si, ludopatía.

 

Juan Pedro: Y luego pues una tercera amenaza, pues es la mala información, como bien decía, pues hay muchos influencers financieros, y luego hay muchos, pseudo influencers financieros, que transmiten esa información simplemente por experiencias basadas en que no es que la rentabilidad pasada también es rentabilidad futura. Y nosotros sabemos que las rentabilidades pasadas no te aseguran nada en el futuro, pero en el futuro inmediato que decíamos antes de los jóvenes, piensen en el corto plazo, ven que les salga bien una jugada, que les salga bien, porque al fin y al cabo no deja de ser un juego.

 

Una mínima inversión, implica que, si ganas un 30% de esa forma tan fácil, sin esfuerzo, sin meditación, simplemente tienes el dinero en tu bolsillo. Pues yo quiero otro 30%. En fin, yo creo que eso los influencers están generando un problema social bastante grave. Y sí que sabemos que las autoridades también, Banco de España, CNMV, están siguiendo la pista de este de este tipo de divulgadores, falsos divulgadores de la cultura financiera.

 

María: Vamos a pensar un poco ya en el futuro. Una vez que hemos hecho el diagnóstico, ¿no? Y en qué puede hacerse para mejorar la situación. Yo creo que para hacer un poco balance y reflexión de qué es lo que hacemos. Desde Afi participamos activamente, por ejemplo, en el Día de la Educación Financiera que se celebra en octubre, la Fundación Afi Emilio Ontiveros es muy activa en este sentido y está muy comprometida con continuar con ese legado del que fue nuestro presidente durante 35 años de la vida que tiene Afi.

 

Colaboramos muy activamente con los institutos, como muestra del ejemplo de la colaboración que tenemos con vosotros, organizaciones sin ánimo de lucro, también con medios de comunicación, como decía al principio, y tratando de difundir el conocimiento y la opinión sobre la situación económica y financiera que acontece en nuestro día a día.

 

¿Qué haces tú, como representante también de los institutos y de la educación reglada en tu en tu día a día? ¿Y cuáles crees que son los objetivos básicos que se deben cubrir?

 

Juan Pedro: Pues yo creo que hay una cuestión, de actitud o de valor social que llevamos años repitiendo los profesores en general, y ya no solamente los profesores de economía, que es fomentar la cultura del esfuerzo, de que todo cuesta, todo cuesta, sea académicamente cuesta y conseguir una posición social cuesta y tener un trabajo cuesta. Y todo eso es cultura del esfuerzo.

 

Por tanto, hacer una pequeña inversión, ganar dinero o multiplicar tu dinero. Bueno, pues por obra y gracia yo creo que eso es algo que fruto de la casualidad, es como que te toque la primitiva o que aciertes en una pequeña apuesta de la lotería primitiva y que siempre vaya a ocurrir eso. Eso, eso es imposible. Es la cultura del esfuerzo, eso es, diría, un valor fundamental.

 

Luego que se aprende con la práctica. Sí, y eso es cierto y es fundamental. Yo creo que los profesores de economía lo que hacemos es eso, salir mucho, porque la economía y las finanzas están en la realidad. Tenemos esa suerte. Tenemos la suerte de que es una, es una disciplina que si es que sales a la calle y todo es economía, desde dejar el coche que llegaba ahora y echarle al parquímetro.

 

Es que todo es economía, entonces pues lo que pasa es que aprender la claridad de golpes puede ser mucho más duro. Entonces nosotros sacamos a los alumnos a visitar a empresas, a entidades financieras, a conocerlas por dentro. Pues yo creo que eso es muy interesante, no es una práctica guiada por parte de un profesional y luego un conjunto de proyectos que tenemos en los centros muy interesantes relacionados con la con las STEAM, por ejemplo, con las ciencias, la tecnología, las artes, las matemáticas.

 

La economía es una ciencia social que se nutre de un montón de otras áreas y la verdad es que este tipo de proyectos, pues están muy bien, ya que tenemos además la suerte de contar con el apoyo de fundaciones como la Fundación Afi Emilio Ontiveros, que ha promovido por ejemplo ahora el tema de los concursos de educación financiera a través de los vídeos.

 

Claro, ese eje es fundamental la comunicación. Yo, yo siempre lo digo, yo prefiero un buen comunicador formado que una persona solo formada ¿no? O sea, formada en un área concreta muy bien, pero si tienes formación y encima eres buen comunicador, eso es lo que pide hoy día el mundo de la empresa. Por tanto, yo iría en esta cuestión y, por último, desde luego es fundamental para nosotros que haya una permanencia, una estabilidad y materias que sean obligatorias desde los primeros niveles de educación, esas serían las claves.

 

María: las claves, los ingredientes ¿no? Muy bien Juan Pedro. Yo si tuviera que resumir nuestra conversación de hoy en una sola frase, quizá diría “La educación económica y financiera nos hace estar mucho más informados para tomar las mejores decisiones”. Y en tu caso, ¿tú qué dirías?.

 

Juan Pedro: Pues yo iría en la misma línea que tú. Creo que la educación financiera nos hace más libres, más autónomos, más responsables y seguros. Más seguros en el mundo en el que vivimos, donde por arriba, por abajo, por la izquierda, por la derecha la economía está y las finanzas están presentes.

 

María: Pues recordando a Sócrates, el saber nos hace libres. Muchísimas gracias, Juan Pedro, por acompañarnos y a vosotros por escucharnos. Les esperamos en una próxima entrega.