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Un parque de vivienda heterogéneo y complejo para adecuarse a la demanda

En España, el parque de viviendas se compone de 26,7 millones de inmuebles, de los cuales solo 18,7 millones son viviendas principales, mientras que el resto se destina a uso secundario o están vacías. Con una antigüedad media de 45-50 años, muchas de estas viviendas no cubren las necesidades actuales de los nuevos hogares, especialmente en zonas urbanas con alta demanda, donde podría ser necesario rehabilitarlas para adaptarlas a los nuevos estándares de eficiencia energética. En otras áreas con escaso dinamismo demográfico, el parque de vivienda antigua es difícilmente aprovechable para satisfacer la demanda de viviendas principales.

 

La construcción de nueva vivienda, que se ha reducido notablemente desde la crisis de 2008, se ha centrado en segmentos de mercado de mayor calidad, alejándose de la vivienda social, cuyo peso en España (2,5% del parque total) es muy inferior a la media europea (9,3%). Además, la incorporación de viviendas vacías al mercado no parece una solución eficaz, ya que la mayoría se encuentra en municipios pequeños con baja demanda. Un aspecto relevante es el alto número de viviendas infraocupadas, especialmente en hogares de personas mayores que mantienen propiedades más grandes de lo necesario, un fenómeno más común en España que en otros países de la UE y que podría explorarse como una oportunidad para optimizar el uso del parque habitacional.